Vemos entonces que esta búsqueda, que puede ser eterna, es inherente a nosotros mismos y sin embargo decidimos muchas veces renegar de la misma, pues decimos que la soledad también puede ser amada cerrándonos la puerta pormiedo... ó no sé por cobardía.
El caos de uno mismo no es saber lo que hacer, es el temor de hacer lo que se desea, de luchar por lo que se ama...
Por eso intento aprender que lo fácil, que lo establecido pocas veces es lo correcto.
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